
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, tuvieron que huir de un durísimo escrache encabezado por productores y trabajadores del sector yerbatero, que manifestaron su bronca y rechazo frontal a las políticas del gobierno de Javier Milei.
visita de Karina Milei a Misiones este viernes 30 de mayo terminó en un verdadero escándalo. Lo que comenzó como una caminata para respaldar al candidato libertario Diego Hartfield en Oberá, terminó en una retirada de emergencia. Junto al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, la secretaria general de la Presidencia vivió un durísimo escrache encabezado por productores y trabajadores del sector yerbatero, que manifestaron su rechazo frontal a las políticas del gobierno de Javier Milei.
A gritos, con pancartas, ponchadas de hoja verde y hasta forcejeos, los manifestantes enfrentaron cara a cara a la comitiva libertaria, obligando a suspender la actividad pública y a refugiar a Karina Milei en una camioneta. Según testigos, incluso debió ocultarse en un local comercial antes de poder abandonar el lugar con custodia.

La protesta fue encabezada por productores nucleados en el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) y la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), quienes denunciaron que las medidas del gobierno —en especial el DNU 70/2023— han dejado al sector yerbatero al borde del colapso. Ese decreto desreguló el mercado y le quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la facultad de fijar precios de referencia, clave para la subsistencia de miles de pequeños productores.
Los yerbateros buscaban entregarle un petitorio a Karina Milei, reclamando dos medidas urgentes: la restitución plena de las funciones del INYM y la designación de un presidente para el instituto, cargo que sigue vacante a un año y medio de gobierno. En lugar de respuestas, se encontraron con el silencio oficial y la tensión in crescendo.
“Nos quitaron las herramientas para defender el precio de nuestra producción”, denunciaron. “Hoy la industria compra al precio que quiere y paga cuando quiere, mientras nosotros no podemos cubrir ni los costos. Esto destruye nuestras familias, nuestras economías y nuestra dignidad“, explicaron en su reclamo.
El episodio no solo dejó expuestos los profundos conflictos sociales en las provincias productivas, sino también el creciente rechazo a la motosierra libertaria en una región que, paradójicamente, vive de la cosecha.
En el petitorio, los productores recordaron:
“Con el INYM logramos en 22 años un desarrollo histórico del sector. Hoy, el Gobierno Nacional lo desmantela. La yerba mate argentina, como producto emblemático, se defiende con instituciones fuertes, no con la motosierra”.


La protesta fue encabezada por productores nucleados en el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) y la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), quienes denunciaron que las medidas del gobierno —en especial el DNU 70/2023— han dejado al sector yerbatero al borde del colapso. Ese decreto desreguló el mercado y le quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la facultad de fijar precios de referencia, clave para la subsistencia de miles de pequeños productores.
Los yerbateros buscaban entregarle un petitorio a Karina Milei, reclamando dos medidas urgentes: la restitución plena de las funciones del INYM y la designación de un presidente para el instituto, cargo que sigue vacante a un año y medio de gobierno. En lugar de respuestas, se encontraron con el silencio oficial y la tensión in crescendo.
Nos quitaron las herramientas para defender el precio de nuestra producción”, denunciaron. “Hoy la industria compra al precio que quiere y paga cuando quiere, mientras nosotros no podemos cubrir ni los costos. Esto destruye nuestras familias, nuestras economías y nuestra dignidad“, explicaron en su reclamo.
El episodio no solo dejó expuestos los profundos conflictos sociales en las provincias productivas, sino también el creciente rechazo a la motosierra libertaria en una región que, paradójicamente, vive de la cosecha.
En el petitorio, los productores recordaron:
“Con el INYM logramos en 22 años un desarrollo histórico del sector. Hoy, el Gobierno Nacional lo desmantela. La yerba mate argentina, como producto emblemático, se defiende con instituciones fuertes, no con la motosierra”.

Fuente: Agencia de Noticias Ancla
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